La realidad del trabajo en casa
Una vez hemos explorado todas las posibilidades, me gustaría hacerte ver que trabajar desde casa tiene grandes ventajas pero también trampas ocultas, por lo que no lo recomiendo para todo el mundo.
Las ventajas de trabajar desde casa
La principal es la sensación de libertad. Eso no significa que vayas a hacer uso de ella (probablemente termines trabajando más horas de la cuenta) pero el hecho de no sentirte atado a un sitio es una sensación muy reconfortante. Si tu motivación principal es esta, busca un trabajo en remoto.
Otras ventajas interesantes son:
La libertad de horarios. Tú te organizas el tiempo como mejor te interese. Puedes ir al gimnasio por la mañana, recoger a los niños en el cole o ir al súper cuando está medio vacío.
Eres tu propio jefe. Aún cuando trabajes por cuenta ajena, tienes mucho margen para definir los tiempos, las prioridades y la forma en que haces el trabajo. Una vez que te acostumbras a esto, volver a tener jefe cuesta mucho.
*Movilidad geográfica. El nomadismo digital es una realidad en auge y, aunque requiere disciplina por tu parte, es posible vivir llevando la oficina en la mochila.
*Evitas desplazamientos. Ahorras el tiempo y dinero que antes gastabas en ir a la oficina, y el estrés del atasco o el agobio del transporte público en hora punta.
*Conciliación. Te permite cuidar a tus hijos y familiares enfermos o dependientes. O simplemente hacer mucha más vida en casa, algo que puede ser complicado si estás fuera diez horas al día.
*Inserción laboral. El trabajo desde casa es una gran opción para personas con problemas de movilidad o determinadas enfermedades que complican el trabajo presencial.
Las desventajas de trabajar desde casa
Trabajar desde casa también tiene un lado oscuro del que nadie habla y muchos sufrimos.
*La soledad. No puedes socializar con tus compañeros, la pausa para el café la haces tú solo y no tienes a quién consultarle cualquier duda. Yo llego a echar mucho de menos esos pequeños contactos humanos.
Tu vida social se resiente. Es la consecuencia del punto anterior, y debes tener cuidado porque puedes llegar a recluirte en tu insociabilidad. Cuida tus relaciones y no pierdas la oportunidad de asistir a encuentros reales.
*Cuesta desconectar. Al tener trabajo y vida personal/familiar en un mismo espacio, es difícil separar ambas cosas. No es raro que te encuentres trabajando por la noche o en fines de semana.
*Tienes más distracciones. Te levantas un momento a poner una lavadora y te lías tomándote un refresco. Esas pequeñas distracciones son una pérdida de tiempo que debes controlar. Y si vives con más gente puede ser complicado que no te molesten mientras trabajas (sobre todo los niños).
*Necesitas disciplina. La casa está llena de trampas para procrastinar. Desde echarte una siesta más larga de lo normal hasta poner Netflix cuando no toca. Debes ser muy estricto si quieres sacar el trabajo adelante.
*Falta de valoración social. Mucha gente te va a mirar raro cuando le digas que trabajas desde casa, y más de uno pensará que lo haces porque no has encontrado un trabajo “de verdad”.
Consejos para trabajar desde casa
Trabajar desde casa supone pasar varias horas al día sentado solo delante de un ordenador. Así que si quieres hacerlo de la forma más saludable posible, tanto a nivel físico como psíquico, hay una serie de consejos que no puedes olvidar:
Crea un espacio de trabajo separado. Si no tienes una habitación aparte, intenta al menos crear una división con estanterías, biombos o lo que se te ocurra. Pero que quede claro cuál es el lugar de trabajo y cuál el de ocio.
Ponte un horario y cúmplelo. Evita quedarte remoloneando en la cama, pero también trabajar fuera de horas. Procura al menos despejar los fines de semana; cuidar los momentos de desconexión es muy importante.
¡Vístete! Eso de trabajar en pijama te vuelve más descuidado. Levántate, dúchate y ponte ropa cómoda que no sea “de estar por casa”. Es fácil dejarse ir, y si no tienes cuidado con esto puedes descubrir que llevas tres días sin ducharte y sin pisar la calle.
Sal de casa. Intenta aprovechar varios momentos para salir, aunque solo sea a comprar el pan. Si la soledad te pasa demasiada factura, prueba a ir a un coworking un día o dos a la semana, para socializar y despejarte la cabeza.
Haz deporte. El sedentarismo en casa es doble, porque ni siquiera vas caminando a trabajar. Si encima usas el ordenador, los problemas de espalda son lo más normal del mundo. Hacer deporte es cuidarte, oxigenar la cabeza y el cuerpo y una forma más de desconectar del trabajo.
En resumen
En este mundo cada vez más digitalizado, nunca ha existido un mejor momento para trabajar desde casa. Los trabajos en remoto son la solución ideal para aquellas personas que valoran la libertad por encima de todo, necesitan quedarse en casa por cuestiones de salud o tienen algún ser querido a cargo.
Hay más trabajos en remoto que nunca, y en el futuro todavía va a haber más. Compruebalo Aqui!
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